
A nivel mundial, según datos de la FAO, la superficie total de la Tierra destinada a la agricultura es de casi 1 600 millones de hectáreas, lo equivalente a casi 9 veces el territorio total de México. Esta cantidad es mucho más grande que el 5% de superficie en el planeta destinada a las ciudades y que consume gran parte de estos alimentos.
La relación entre la gente que produce y quienes consumen es una cadena rota o, ¿cuántos de nosotros conocemos de dónde viene nuestro alimento? y no sólo nos referimos al suelo, si tiene fertilizantes químicos, utilizados comúnmente en la agricultura y lo que provoca en nuestro cuerpo. Esta vez nos referimos a las personas que cosecharon ese alimento.